Las revistas dirigidas al público masculino transmiten el mensaje de construirse en torno a uno mismo, no a los demás. La idea de belleza se basa en la fuerza y la elegancia, no en estar delgada y sexy como se le dice a las mujeres. Tampoco dicen que sonrían y disfruten de la vida con los amigos o amigas sino que animan a ser un hombre de éxito en los negocios. No hablan de paternidad, ni tintes o cremas antiarrugas.
Como ya he dicho en otras ocasiones, la forma más sencilla para detectar el sexismo es cambiar el género.
Feminista Ilustrada 
Conste que esa portada que habéis puesto para resaltar la diferencia… es perfectamente verosímil en muchas, muchas revistas «de mujeres». Vamos, que aquí el esperpento no ha funcionado. Eso puede ser cualquier Cosmopolitan.
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