La rentabilidad de tu cuerpo

El cuerpo de las mujeres es un cebo. El patriarcado los ofrece a cambio de dinero. Aparte de ocurrir de forma literal y directa (como en la prostitución) también ocurre de forma indirecta y más abstracta. La chica que posa al lado de un coche en venta: si el cliente lo prueba puede dar un paseo con ella y aparte sugiere que si compras ese tipo de coche, tendrás ese tipo de chicas. Las animadoras: si pagas por asistir a este partido, en el espectáculo deportivo va incluido ver algo de carnaza. Azafatas en eventos deportivos: al igual que los partidos, si vas a las carreras, vas a sacarte una foto con la tía despampanante que ha contratado esa marca de bebidas.

Exactamente lo mismo pasa con las discotecas. En algunas contratan a relaciones públicas, cuyo trabajo es asistir a las fiestas, hablar con las y los asistentes y hacerse fotos. Por supuesto deben cumplir ciertos requisitos, este trabajo no lo consigue cualquiera. La otra fórmula para asegurarle a los tíos que van a «tener mujeres disponibles» es llevarlas gratis. No cobrar la entrada se ha convertido en un recurso clave para atraer a las chicas jóvenes que pasan de pagar por entrar en una discoteca. Él, por un módico precio que suele rondar los 10 y 15 euros, «dispone» dentro de un recinto de una gran variedad de chicas con las que intentar ligar durante un periodo de tiempo considerable. Imaginad lo rentable que es este negocio que puede prescindir de la taquilla que dejaría el público femenino.

Recuerda: cuando no pagas por algo, tú eres el producto.

5 comentarios

Deja un comentario