A todas esas personas que me educarán:

Yo no quiero ser otro producto del sistema patriarcal. Si nazco siendo niña se me acostumbrará con cocinitas y muñecos a cuidar y limpiar desde pequeña, así cuando sea mayor sabré hacerlo bien y pensaré que es algo que debo hacer yo sola.

Se me enseñará cómo estar perfecta siempre, cómo ser una princesa con cajitas de maquillaje y muñecas hipersexualizadas que me impondrán un canon estético imposible.

Se me inculcará que el color rosa es el mío y que mejor que hacer problemas de matemáticas, me pongo a leer sobre príncipes azules.

Cada vez que me queje y diga “esto no me gusta” se me reprochará que eso no lo hace una señorita. Cuando un niño me moleste me dirán “los que se pelean se desean” y “eso es porque le gustas”, para que aprenda que eso también debo aceptarlo como muestra de cariño.

En cambio, si soy un niño se me educará en ser fuerte, tanto como el Superman que me han dado en mi menú para niño. No jugaré con cocinitas, serán juegos de laboratorio.

Tampoco podré jugar a cuidar un muñeco, porque eso es “lo que hacen las niñas” y no tendré que encargarme nunca de criar a mis hijas e hijos. Se me iniciará en la violencia y en la lucha por el liderazgo con espadas y pistolas.

Se me enseñará que las niñas no sirven para jugar al fútbol y que si quiero jugar con muñecas es que no soy normal. Con pocos años ya pensaré que soy superior a ellas y que somos diferentes, que ellas valen para unas cosas y yo para otras.

Si me salgo de la norma, si soy niña y quiero ir vestida de un superhéroe y no de una princesa, me harán sentir mal. Me dirán “marimacho” y “lesbiana” si me apetece jugar al fútbol. Si soy niño no podré tener ropa rosa ni tendré barbies, eso no puede ser. Tampoco podré llorar porque “los niños no lloran” y el afecto que muestre será en la intimidad, porque los sentimientos son para los débiles y yo tengo que ser un machote.

A mi me gustaría que todos fuéramos iguales, ya que no voy a elegir cómo nacer ni tampoco quiero ser ninguna de esas dos cosas que tenéis preparadas para mi.