Cuando se habla de machismo en el cine, hay que distinguir bien dos cosas: el machismo que se refleja en la historia por el contexto y el machismo que reside en la construcción del guión, los personajes y la imagen. La primera es inevitable prácticamente, una película del siglo XIX (especialmente misógino) pocas veces podrá presentar un entorno feminista. La segunda depende de las personas que hagan la película, serán los responsables de alimentar los roles de género o aportar su granito de arena para que llegue a su fin.
Lo realmente dañino es el machismo que nace en la concepción del film. Reflejar una sociedad machista es simplemente mostrar una realidad, pero invisibilizar a las mujeres, construir sus personajes en torno a hombres, ponerlas de histéricas y lloronas y usarlas como objetos sexuales es perpetuar de forma consciente unos estereotipos obsoletos y peligrosos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el cine graba a fuego imágenes en nuestra mente y construye nuestro imaginario. Por tanto, si constantemente vemos mujeres a las que tienen que rescatar o que lloran en las situaciones en las que ellos se muestran impasibles, vamos a pensar que las mujeres son débiles y sentimentales. Si vemos mujeres que se bloquean en momentos complicados, vamos a pensar que necesitan que alguien las haga reaccionar o haga las cosas por ellas. Si quien cuida a los hijos mientras la otra persona trabaja en la gran mayoría de los casos es una mujer, vamos a pensar que esa es la realidad.
He analizado cómo se mantiene el machismo arraigado en la industria del cine y por qué no avanza al mismo ritmo que la sociedad planteando algunas preguntas:
¿Dónde están las mujeres? Exacto, apenas hay, aparecen por supuesto, pero hay películas donde ni tienen nombre, son las dependientas, las enfermeras, las que pasean por la calle, la novia de alguien, pero ya está. Ya he hablado antes del test de Bechdel, comprobar si hay como mínimo dos mujeres que hablen entre ellas de algo que no sea un hombre, muy útil para ver la brecha de género. Se estima que un 70% de las películas no pasan este test. Aquí tenéis algunos datos:
Total de películas dirigidas por mujeres: 4%
Películas comerciales dirigidas por mujeres: 7%
Películas protagonizadas por mujeres: 12%
Papeles representados por mujeres con diálogo: 30,8%
Profesionales en la industria: Hombres 83% – Mujeres 17%
“Hay un filme que estoy considerando, pero tengo que esperar a que todos los actores masculinos estén contratados para ver si yo puedo ser parte de la conversación. Por un lado lo entiendo, por otro digo: pero joder ¿hay que contratar a las mujeres dependiendo de los hombres?”
Anna Kendrick
“En esta industria, como en tantas otras, hay una ley no escrita que dice que las mujeres no pueden meter la pata. Mira la cantidad de directores a los que se les da una segunda oportunidad: si sus películas no van bien, por la razón que sea, en ocho o doce meses estarán de vuelta, con alguien respaldándoles. Pero, si una mujer ha dirigido la película, el marketing hace hincapié en ello, algo que por una parte te da ganas de estar contenta, pero por otro lleva consigo una presión considerable, a ver si la cosa funciona o no.”
Cate Blanchett
¿Mismas trayectorias? Las estadísticas indican que una actriz puede progresar salarialmente hasta los 34 años, en cambio los actores hasta los 51. Esto se debe a que ellos “envejecen más tarde”. Emma Stone, Jennifer Lawrence y Scarlett Johansson, actrices muy relevantes actualmente, en la mitad de sus películas, sus parejas eran 15 años mayores que ellas ¿sabéis que la frecuencia de esto en la vida real es de un 1.6%? Maggie Gyllenhaal fue rechazada para un papel porque tenía 37 años y era “demasiado mayor” para un hombre de 55 años.
Mientras ellas luchan contra la injusta diferencia de la duración de las carreras artísticas de unos y otros, reciben respuestas como estas de Russell Crowe: “Para ser honesto, creo que descubrirás que la mujer que dice eso es la mujer que con 40, 45, 48, aún quiere interpretar a la jovencita, y no puede entender por qué no la eligen como la chica de 21 años”. A lo que Jessica Chastain respondió “Hay algunas actrices increíbles con más de 50 y 60 años que no están recibiendo oportunidades. Que alguien diga que hay muchos papeles para mujeres de esa edad… ese alguien es una persona que no va al cine.”
“En serio, es ridículo. No sabes cuánto me cabrea. Todas hemos visto películas de James Bond, y hemos visto cómo Bond se iba volviendo más y más geriátrico mientras sus parejas eran cada vez más jóvenes…”
Helen Mirren
“Sí, claro que existe sexismo. Una mujer que ha dejado de ser “hot” pierde la conexión con el público que no quiere verla sexualmente activa en pantalla. Cuando hice “Atracción Fatal” todo el mundo entendía la pareja Michael Douglas y Glenn Close, ahora sería imposible. Por alguna razón los hombres pueden aparecer arrugados y pasados de peso, pero a las mujeres se les exige estar en forma, cuidarse, no tener arrugas. Mira Jennifer López o Jennifer Aniston dos actrices que siguen siendo atractivas y el público las acepta como sexualmente activas.”
Risa Bramon García
2 comentarios
Los comentarios están cerrados.