Geena Davis, una de las protagonistas, dijo a The Guardian «tras Thelma y Louise se decía que su éxito iba a suponer un punto de inflexión y que iban a surgir muchas más películas sobre aventuras de mujeres. Nada cambió.” Ahora dirige el Institute on Gender in Media donde analizan el enfoque de las mujeres en las pantallas de Hollywood.
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¿Ellos tienen que ser guapos? Algo incuestionable en la diferencia entre los hombres y las mujeres de la gran pantalla (y en la vida real) es la exigencia de belleza o atractivo. Desde el comienzo del cine las admiradas eran Rita Hayworth, Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Ava Gardner y Liz Taylor entre otras. Mujeres guapas con cuerpos esculturales, 100% dentro de los cánones de la época. En cambio ellos: Humphrey Bogart, Clark Gable, Marlon Brando, Gregory Peck, Paul Newman, Cary Grant, Fred Astaire… no todos eran hombres guapos. Eran buenos bailarines (ellas también), hombres con carácter (ellas también) o elegantes (como ellas), tenían grandes cualidades que bastaban, pero con ellas no pasaba, ellas también tenían que ser guapas.
Esta exigencia en cuanto al físico es más que evidente, ya no solo en los cuerpos sino en la vestimenta y los roles, lo que se traduce en que la mayoría solo puede aspirar a ser una mujer objeto. Uno de los últimos casos más escandalosos es el que contaba Rose McGowan, a quién le exigían un “escote generoso y sujetador que realce”.
“Cuando hice mi primera película, mi agente me dijo que necesitaba dejarme el pelo largo para que los hombres de Hollywood quisieran follarme y me contratasen. Me dijo eso cuando tenía 17 años»
Rose McGowan
“Es muy difícil encontrar personajes que no son sólo la novia de alguien. Cuando te llega un guión, el protagonista masculino siempre va presentado por una descripción del tipo ‘Jason, 36 años, fuerte, cachas, rápido e ingenioso’. Y luego ves la descripción de su novia: ‘Sarah: es rubia y está buena’. Y ahí lo tienes: ese es tu personaje.”
Maisie Williams
¿En los contratos también hay desigualdad? Vayamos al grano, la brecha salarial en Hollywood ronda el 40%. Por ejemplo, Robert Downey Jr. cobró por la trilogía de Iron Man el doble que Jennifer Lawrence por la saga Los juegos del hambre, ambas recaudaron lo mismo. Patricia Arquette con la estatuilla en la mano denunciaba esta penosa situación. Sienna Miller renunció al papel de coprotagonista de una obra de teatro porque su compañero cobraba el doble que ella, iban a estar solos sobre el escenario.
“Si soy honesta conmigo misma, mentiría si no dijera que hubo una cierta necesidad de caer simpática lo que influenció en mi decisión de cerrar una cuerdo sin dar pelea. No quería parecer ‘difícil’ o ‘consentida’. Eso pareció una buena idea hasta que vi los salarios publicados en internet y me di cuenta que cada hombre con el que había trabajado no se preocupó en lo más mínimo me parece ‘difícil’ o ‘consentido’.”
Jennifer Lawrence
“Me han hecho ofertas que eran verdaderas locuras, en plan ‘¿Que voy a hacer la película y la voy a promocionar, pero no me van a pagar lo mismo por ello? ¿Qué coño me estás diciendo?”
Kristen Stewart
La industria del cine está construida de forma muy sólida a través de estereotipos machistas y gobernada por hombres. Es lamentable que la inmensa mayoría de las películas estén protagonizadas por hombres, no pasen el Test de Bechdel y no lleguen al 10% las realizadas por mujeres.
Pero no todo está perdido. En 2015 y 2016 han llegado a la gran pantalla producciones con protagonistas femeninas fuertes, como Sufragistas, Carol y Joy. También se han hecho secuelas de sagas masculinas con mujeres al frente: Star Wars, Mad Max, Terminator y la próxima Cazafantasmas. Se ha demostrado que es posible hacer una película de acción, hacer taquilla y que el público y la crítica la acojan con excelentes opiniones. Esperamos poder decir próximamente que se acerca el tiempo de las mujeres.