Las discotecas son guays. Las hay para todos los públicos, de todos los tamaños, con diferentes tipos de música y variedad en los horarios. Si te gusta bailar es el paraíso para desconectar el fin de semana o el día que sea. Si apetece un poco más de tranquilidad están los pubs y las salas de concierto. Por la noche hay muchas opciones y todas son geniales… o al menos así debería ser.
El alcohol desinhibe y muchas personas olvidan las formas y la educación. Y las que más suelen sufrir esto son las mujeres. La gente se conoce en esos sitios, muchas veces sin el más mínimo problema. Lo complicado llega cuando no se quiere conocer gente o no se quiere conocer a una persona en concreto.
Hay una gran cantidad de maneras para acercarse a alguien sin molestar, mostrar interés de forma sutil y lo más importante: saber cuando algo no va bien. No es difícil percatarse de que alguien no está interesado, si no, aquí tenemos unos consejos:
Si es borde o desagradable, vete.
(No, no se está haciendo la interesante)
Si te dice que molestas, vete.
(La frase es clara)
Si no contesta, vete.
(No insistas una y otra vez)
Si dice que es lesbiana, vete.
(No le digas que eso es porque no ha probado un pene)
Si te ignora, vete.
(Ya por cuestión de hacer el ridículo)
Si dice que te vayas, VETE.
(Por si aún no te has enterado)
Y cuando te vayas no lo hagas reprochando nada, porque nadie tiene la obligación de conocer a una persona si no le apetece.
Pasar por estas situaciones casi todos los fines de semana es muy incómodo. Olvida la idea de que debes ser agradable con quien se acerque a ti, eso es decisión tuya y solo depende de lo que te apetezca en cada momento.
Como consejo a los chicos que estén un poco desorientados y no sepan cómo acercarse a una chica, antes que nada: calma. La mujer lleva toda su historia ligando de forma sutil, sin acercarse al hombre, y sí, hemos ligado. Solo hay que interpretar de forma correcta las posibles señales que pueda mandar una persona y entablar conversación de una forma natural, sin invadir el espacio de nadie, se llama respeto.